lunes, diciembre 11, 2006

Me cayó la ficha


Durante bastante tiempo evité comprar ropa ya que, como era de suponer, debía adelgazar algunos kilos y, entonces, necesitaría volver a comprar ropa acorde a mi contextura física normal.

La revelación me llegó en cuotas. Como piezas de rompecabezas fueron encajando hasta formar la figura completa. A4delgacé un poco lo cual me hizo sentir mejor, pero el resultado no fue el esperado. El comentario de mi mujer diciendo que estaba bien de peso lo tomé como algo poco objetivo. La pieza final llegó con mi suegra.

-Che, ¡estás flaco!- dijo.
-Bajé unos kilos, pero flaco no estoy- respondí.
-Bueno, flaco flaco no vas a estar más…- sentenció con un puñal que se abrió paso a través de mi alma.

Al fin comprendí que no soy un pibe de treinta excedido de peso. Más bien soy un tipo de cuarenta en su peso normal.

1 comentario:

  1. Anónimo1:07 a.m.

    Si Damián estas gordo...muy gordo.
    Aflojale a los postres macho que así no llegamos a navidad eh?.

    Besitos.

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