martes, julio 20, 2010

Milagros

Además los escasos milagros que se le atribuían al ángel revelaban un cierto desorden mental, como el del ciego que no recobró la visión pero le salieron tres dientes nuevos, y el del paralítico que no pudo andar pero estuvo a punto de ganarse la lotería, y el del leproso a quien le nacieron girasoles en las heridas.

Gabriel García Márquez, "Un señor muy viejo con unas alas enormes", 1968

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