lunes, septiembre 29, 2014

Casi 45 años

Lo peor de cumplir 45 años es que cualquier cuenta que hagas, en el mejor de los casos, te dice que ya estás en la segunda mitad de tu vida.

Y con la prueba irrefutable de que la primera mitad pasó tan rápido, el miedo es que mañana mismo nos despertemos sin mucha arena en nuestro reloj.

Es que antes, el tiempo no tenía ninguna importancia. Alrededor de los 20 tenés toda la vida por delante, ¿para qué preocuparse?

A los 30, todo lo que viviste, que es mucho, no representa más que el la tercera parte de tu vida esperada. Viviendo todo de nuevo, aún te quedarían otros 25 años.

Pero después de los 40 la relación entre vivido y por vivir es por completo diferente. Un día perdido en la rutina tiene un impacto emocional mucho más importante.

Aceptando que ya sos “grande”

Por cierto, tu relación con los demás ya no es la misma. Antes tal vez eras gracioso, ahora sos desubicado.

Antes tus comentarios con doble sentido obtenían sonrisas pícaras, ahora etiquetas de viejo verde.

Salíamos vienes y sábado hasta la madrugada y aún así nos levantábamos temprano para ir a la cancha el domingo. Ahora, si la película se estira más allá de las 11 de la noche tendremos dolor de cabeza todo el día siguiente.

La vida comienza a los 40

Qué mentira más grande. La vida cambia a los 40 pero no comienza. Estamos obligados a cerrar una etapa y comenzar otra cuando justo entendimos cómo disfrutar más la primera.

Ahora veo qué cosas habría hecho diferente de haber tenido la experiencia actual cuando era joven, pero para lo nuevo soy tan inexperto como antes.

Terminemos con esto

Lo importante parece ser disfrutar al máximo cada momento, cuidar a la gente amada y siempre guardar un poquito para los años por venir.