miércoles, enero 25, 2012

Mi tablet de 7 pulgadas

Bueno, ya hace casi un mes que soy el feliz poseedor de una Acer Iconia A100 (7 pulgadas). El equipo se puede resumir en 2 palabras: lindo y barato. El único punto débil importante es que no carga batería a través de USB.

Con estas semanas de uso ya puedo comenzar a recomendar algunas aplicaciones de Android que realmente están buenas.

Este es el caso de el cliente Skype para Android. Me gusta mucho más que el cliente de PC. La ventana de chat es mucho más linda y la video conferencia funciona perfecto.


Seguimos...

miércoles, enero 18, 2012

¿La razón del suicidio de Yukio Mishima?


-Las costumbres extranjeras en la mesa pueden parecer un tanto estúpidas -dijo Honda- pero cuando se siguen de una manera fácil y natural aportan a la persona en cuestión una sensación de seguridad. Las pruebas de una buena crianza proporcionan categoría a una persona y la buena crianza en el Japón significa familiaridad con la manera occidental de hacer las cosas. Sólo hallamos al japonés puro en los barrios miserables y en el hampa y cabe esperar que con el paso del tiempo se torne cada vez más aislado. El veneno conocido con el nombre de japonés puro está debilitándose, transformándose en una pócima aceptable para todos.

Yukio Mishima, La corrupción de un ángel, 1970


(Al terminar este libro, Mishima se suicida en un intento de "muerte testimonial")

viernes, enero 13, 2012

Los cinco signos de la caída del ángel


En "La corrupción de un ángel", Yukío Mishima describe los cinco signos de la caída (y muerte) de un ángel.

Las flores de los cabellos se marchitan. (La vida de Buda)

El sudor brota bajo sus brazos. (Mahamaya-Sutra)

Se manchan sus túnicas. (Ekottara Agama)

El cuerpo deja de emitir luz. (La vida de Buda)

El ángel ya no es feliz en su propio lugar. (Abhidharma) / Pierden conciencia de si mismos. (La vida de Buda)

jueves, enero 12, 2012

La perfecta fealdad

"La gardenia en el pelo de Kinué cobró un lustroso resplandor blanco. Bajo aquella flor su fealdad era verdaderamente espléndida.
Era una fealdad que no pasaría desapercibida a nadie. No guardaba ninguna relación con esa fealdad mediocre que en el momento y en el lugar adecuados se troca en una especie de belleza, ni con la fealdad que revela la belleza de un espíritu. Era fealdad y no cabía describirla como nada más. Era un don del cielo, una perfecta fealdad, negada a la mayoría de las muchachas."

Yukio Mishima, La corrupción de un ángel, 1970

¿Hacía falta tanto, Yukio?