martes, noviembre 24, 2009

Huir de lo que se teme

Pero, ¡ay!, mi amor por la lucha se había saciado, pues había visto ya bastantes heridas y sangre derramada, y obtuve permiso para volver a los bosques que tanto echaba de menos. Y allí recibí mi herida; porque el hombre que huye de lo que teme acaba comprobando que sólo ha tomado un atajo para encontrarse con ello.

J.R.R. Tolkien, Los Hijos de Húrin, 2007

No hay comentarios.:

Publicar un comentario