
Instalé
Ubuntu en casa allá por la versión 8.04 y fui actualizando hasta 9.10. Desde el primer momento me pareció un sistema operativo genial, rápido y libre de virus. Esta última característica fue fundamental para el cambio.
Ubuntu 9.10 es sin lugar a dudas la mejor distribución hasta ahora, sin embargo todavía no es todo lo sencillo que debiera. Algunas configuraciones siguen siendo complicadas para el usuario común.
Mi única y verdadera decepción fue el
poco soporte a hardware viejo. Sobre todo si, como yo, tenemos una placa de video
Nvidia o
Intel de las viejas.
Con el lanzamiento de
Microsoft Security Essentials (antivirus gratuito de Microsoft) me decidí e instalé nuevamente
Windows XP como segundo “booteo” de mi PC.
Luego de un mes de usar la PC alternativamente con Ubuntu y Windows XP tengo que decir que, para mí,
Windows XP SP3 es el mejor sistema operativo que he usado. En especial si contamos con hardware viejo con bajo o nulo soporte en Ubuntu.
Con
Windows 7 (o su versión beta Windows Vista) Microsoft retrocedió varios casilleros. Otra vez un sistema operativo pesado, lento, que requiere montañas de recursos y visualmente recargado.
El día que Microsoft no brinde más soporte a Windows XP será el momento de la migración definitiva.