
Pasé por la sucursal de Garbarino que está en Florida 260. Había una chica de rojo atendiendo y, al menos, seis vendedores más sin atender a nadie.

Encontré el producto que quería comprar y le pregunté a uno de los vendedores libres (el que se ve con la flecha roja) y me dijo que debía hablar (obviamente) con la chica de rojo.
Otro cliente entró, encontró un producto, habló con un vendedor y también la mandaron con la chica de rojo. Se puso detrás de mí.
Unos 15 minutos después, la chica de rojo terminó de atender al cliente y se fue... no sé a donde.
Esperé unos 15 minutos y, como no regresó, volví a hablar con el vendedor anterior para ver si me podía atender. “Tenés que hablar con la chica de rojo”, me dijo, “es que se fue hace 15 minutos y no vuelve”, expliqué, “quejate con la chica de rojo cuando vuelva”, me contestó, “voy a volver cuando tenga otros 30 minutos para perder”, finalicé.
Me fui hasta el Rodó de la esquina (no tenían lo que buscaba) y al volver pasé por la puerta de Garbarino y vi salir al cliente que también debía esperar a la chica de rojo con cara de pocos amigos. Era evidente que había tenido la misma suerte que yo.
Más tarde entré al Centro de Atención al Cliente del sitio de Garbarino, completé todos los datos que me pidió, escribí la queja, hice clic en "enviar" y... como no podía se de otra manera, no funcionó:

Gente apropiada para un país tan generoso.