martes, junio 01, 2010

Nunca aceptes una Mastercard...


-Lo llamamos para verificar unos movimientos de su tarjeta Mastercard ya que nos parecen sospechosos.
-¿Cual tarjeta Mastercard? Yo no tengo una Mastercard...
-Ya nos parecían sospechosos. ¿Usted nunca usó su Mastercard?
-Corrección, no tengo una Mastercard.
-En el sistema me figura que usted tiene una. Se la enviamos la semana pasada.
-Ustedes la habrán enviado, pero nunca pedí ni recibí una Mastercard.
-¿Nunca la recibió? Entonces ese debió ser el problema. Gracias.
-¡Esperá! ¿Vos me decís que me enviaron, sin pedirla, una Mastercard que no requiere activación, y que alguien la agarró y se puso a comprar?
-(bajito) Ese parece ser el caso. Pero no se preocupe, se la enviamos nuevamente.
-¿Están locos? Escuchame una cosa, nunca pedí una Mastercard, no quiero una Mastercard, no me envíes una Mastercard.
-Es política del Banco, debemos enviársela. Pero lo que puedo hacer es poner que usted la retira en sucursal, entonces, si no viene a buscarla, no habrá problemas.

Un mes después sucedió lo inevitable: llegó la Mastercard a casa. La recibí para evitar que volviera a suceder lo mismo de antes. Pero sucedió algo peor.

Se me ocurrió comprar algo... por Internet... en dólares. ¡Qué boludo!

La hago corta: cuando quise pagar la tarjeta en ningún lado decía cuanto era en pesos. Pagué algo aproximado, quedó un saldo que a los tres meses igualaron el importe original, llamé por teléfono al banco, que tiene que llamar a la tarjeta, llamé a la tarjeta, que eso lo sabe el banco... Disculpe, ¿cómo doy de baja la tarjeta?

Es increíble lo fácil que es tener una tarjeta de crédito y lo complicado que es darla de baja.

Por todo eso nunca, nunca, aceptes una Mastercard si no la pediste por una buena razón.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario