martes, enero 29, 2008

Sólo una historia de éxito

(…) no le importaba nada América. Es más, le parecía verdaderamente espantosa, por ese afán de las gentes de andar permanentemente tras los dólares, de asistir regularmente a los servicios religiosos, por su culto del éxito y su colosal mediocridad; pero, sobre todo, por su falta de atmósfera histórica. Desde luego que el país tenía una historia, pero eso no era history sino una breve y aburrida success story.

Thomas Mann (1875-1955), La engañada.

4 comentarios:

  1. Anónimo6:38 p.m.

    y cuánta razón tenía. Quién dixit?

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  2. Anónimo8:37 p.m.

    hay que actualizar el blog gordito

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  3. Anónimo1:15 p.m.

    Trataré de actualizarlo más seguido.

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  4. Anónimo1:17 p.m.

    ¿Y...?, Así no se puede!

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