Es el caso de las discográficas (y en menor medida la industria del cine y televisión) intentan controlar (o censurar, o legislar, o lo que sea) lo que pasa en Internet.
Lo interesante de esta lucha es que de un lado están los poderosos y del otro las supuestas garantías y libertades individuales (en especial el derecho a la privacidad) que son parte de la "ilusión" en que se basa el sistema político-económico actual.
Y como el resultado es algo incierto, sobre todo en las repercusiones, las acciones hay que probarlas lejos de casa. Por ejemplo en España.
España cerrará sitios "piratas"
"El Gobierno (español) ya tiene perfilado el procedimiento para bloquear páginas web que alojen o faciliten sin permiso la descarga de archivos sujetos a derechos de autor como películas, canciones o videojuegos."(…)
“La oposición (...) ha tachado el proyecto de un intento de censura en Internet y ha pedido su retirada.”
(via Lanacion.com.ar)
Centro y periferia
No encuentro una explicación razonable a por qué esto sucede en España, cuando los principales “damnificados” por la piratería en Internet están Estados Unidos.Será, dije antes, que la razón sea llevar estas “acciones piloto” lejos de casa para ver en qué terminan. Y si esto fuera así, España estaría aceptando ser parte de la periferia.
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