El truco consistía en anotar la numeración del billete, doblarlo, guardarlo en una caja, quemarlo a través de la caja con un cigarrillo, y que luego el billete apareciera sano y salvo. "Años atrás, en lugar de este truco hacía el de la ayudante que la cortaba con el serrucho", dijo mientras preparaba el billete en la cajita, "pero de un tiempo a esta parte el truco del billete genera mucha más tensión en cierto público".
Claudia Piñeiro, Las viudas de los jueves, 2005
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