Sufrimiento compartido

Edgar

Cuando vemos a nuestros superiores llevar nuestro dolor,
apenas si pensamos que nuestras miserias sean nuestros enemigos.
Quien sufre solo, sufre más en la mente
pero la mente descuida un sufrimiento tal
cuando la pena tiene compañero, y el sufrimiento compañía.
¡Qué ligero y soportable mi dolor parece ahora,
cuando lo que a mí me doblega hace al rey inclinarse!

William Shakespeare, El rey Lear, 1607