viernes, noviembre 30, 2007

Discreción

En cuanto la Sra. Swann quería decirme algo y no deseaba que las personas de las mesas contiguas o incluso los camareros que servían lo entendieran, me lo decía en inglés, como si fuese una lengua conocida sólo por nosotros dos. Ahora bien, todo el mundo sabía inglés, sólo yo no lo había aprendido aún y me veía obligado a decírselo a la Sra. Swann para que cesara de hacer –sobre quienes tomaban el té o quienes lo traían- comentarios que yo adivinaba descorteses sin comprenderlos y de los que la persona aludida no se perdía ni palabra.

Marcel Proust, En busca del tiempo perdido, "A la sombra de las muchachas en flor", 1919

No hay comentarios.:

Publicar un comentario