Parece que los vecinos de San Isidro, Vicente López y del norte de la Capital Federal están sintiendo un fuerte olor a quemado. Esto provocó que la nota apareciera en medios muy importantes aunque resaltan que no es tóxico.
En Avellaneda el olor a mierda es permanente, cada tanto un escape tóxico mata a varias personas pero, sin embargo, esto no es noticia importante. No vamos a comparar la “sensibilidad de nariz” de Vicente López y San Isidro con la de Avellaneda y Barracas.
Es como dicen: “somos todos iguales, pero algunos son más iguales que otros”
como cuando estaban todos los periodistas indignados por que a los pibes de capital no les andaban las estufas en las escuelas y cuando llamaron al noticiero los chicos de la técnica de longchamps les dijeron que no iban a venir tan lejos.
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