martes, julio 29, 2008

Doblando papel

Estaba en un bar con Ana Lucía y en un bache de la conversación tiré (con cara de intelectual berreta): “¡a que no podés doblar la servilleta más de siete veces!”. Sólo con la mirada me contestó: “ni sueñes que me voy a poner a doblar una servilleta, gil”. Entonces, me puse a hacerlo yo... ¡y lo hice!

Festejé la hazaña mientras intentaba explicar el fundamento físico de la cuestión, pero lo único que logré fue dejar una impresión de dudosa integridad mental.

-Disculpá, ¿querés un café?
-No, gracias.

Llegué al trabajo y les comenté a los chicos lo que había logrado hacer. Agarré una servilleta, el celular y a doblar...

He aquí la prueba

1 comentario:

  1. Qué amarga esa Ana Lucia. Igual, por lo poco que he visto de los intelectuales...
    Vos me entendés, me quedo con vos siempre.

    ResponderBorrar