Iba a cumplir treinta y cuatro años en mayo. Era tiempo ya de abandonar el sueño que de antiguo había alimentado. Tiempo de darse cuenta de que ninguna gloria especial y a su medida le esperaba. Tiempo de abrir los ojos.
Yukio Mishima, El marino que perdió la gracia del mar, 1963.
creo que compré este Yukio:)
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