El alcohol, al igual que algunas drogas bastante conocidas, tiene un efecto desinhibidor en las personas. Esto significa que nada haremos, bajo su influencia, que no haríamos sin ellas.
Por esta razón no es una buena excusa decir que estabas borracha para justificarte por amanecer junto a un compañero de trabajo. Que alguno vuelva a estar sobrio no significa que ya no te atraen los hombres.
Me parece que es menos peligroso reconocer nuestros deseos que intoxicarse con el único fin de obtener una justificación hipócrita de nuestros actos.
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