viernes, octubre 12, 2007

No te creo nada

Yo, Isabela*, desde el punto que te quise fue con otro amor de aquel que tiene su fin y paradero en el cumplimiento del sensual apetito: que puesto que tu corporal hermosura me cautivó los sentidos, tus infinitas virtudes me aprisionaron el alma, de manera que si hermosa te quise, fea te adoro.

* Isabela, de hermosura sin igual, perdió su encanto por efecto de un potente veneno

Miguel de Cervantes, Novela de la Española inglesa, 1613

No hay comentarios.:

Publicar un comentario