"Estas herraduras fueron encontradas en un pozo de Holdernesse Hall. Son para uso de los caballos, pero tienen forma de pezuña hendida, para despistar a los perseguidores. Se supone que pertenecieron a alguno de los barones de Holdernesse Hall y que fueron empleadas en sus correrías en la Edad Media"Holmes abrió la vitrina y humedeciéndose un dedo lo pasó por encima de la herradura. Sobre su piel quedó una lámina de barro reciente.
-Gracias –dijo, mientras cerraba la vitrina-. Es el segundo objeto interesante que he visto en el Norte.
-¿Cuál es el primero?
Holmes doblo cuidadosamente su cheque y lo metió en su cuaderno de notas.
-Soy un hombre pobre -dijo, dándole un golpecito afectuoso al cuaderno y guardándolo en lo más profundo de su bolsillo interior.
Arthur Conan Doyle, Las aventuras de Sherlock Holmes, "La aventura de la Escuela de la Prioría", 1903
No hay comentarios.:
Publicar un comentario